Enter your keyword

PEDAGOGÍA TOUSIANA

La educación es un servicio, una vocación y sólo es posible realizarlo con un profundo testimonio de fe, serena confianza e incansable caridad (Const. 114).

Procuren enseñar a los niños y a las niñas con cariño y amor de madres más que con severidad y rigor de maestras, corrigiendo sus faltas y defectos, más con suave persuasión que con bruscas palabras. (Circular J.T. 1864).

Las hermanas y los educadores somos conscientes que nuestra labor en este centro educativo tiene un objetivo principal que “es salvar almas por medio de la enseñanza, educando en las labores y ciencias propias del sexo, y muy principalmente enseñándoles el santo temor de Dios” (Circular J.T.,1864).

Hermanas y educadores se presentarán delante de los alumnos con modestia y candor que edifica, tratándolos con amor y cariño y ensenándoles con esmero.
(Circular J.T., 1864).

El educador debe estar preparado profesionalmente y velar por su formación permanente de manera que esté atento a la innovación en las técnicas propias de su especialidad y el conocimiento en los adelantos tecno-científicos y espiritualmente.

La calidad de la enseñanza nos exige de acuerdo al Carácter Propio de las Escuelas de la Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor (1980) tener un equipo
de profesores y colaboradores comprometidos a dar una educación coherente y de calidad a todos los alumnos.

“Que esté en constante formación permanente para tener apertura a los cambios políticos, sociales, eclesiales y al avance de la ciencia y la tecnología, preparado profesionalmente para el desempeño de sus funciones docentes” (Tipo de educador) Es fundamental preparar para la vida desde el arte de “aprender a aprender, partir
de la realidad, de la vida, de situaciones concretas. Según el consejo del P. José Tous, “seguir siempre un mismo método de enseñanza, que sea fácil y adecuado a la
capacidad de los alumnos” (Const. J.T. 1850, XIV).

Según la Pedagogía Tousiana, se denomina, aprendizaje diversificado y se resume en algunos de los siguientes lineamientos:
❖ Procurar una educación completa, dando buen ejemplo y esmerada educación, para que sean responsables del trabajo bien hecho con honestidad, lealtad y
fidelidad. El P. Tous recomienda “aceptar el trabajo encomendado y terminarlo con diligencia y perfección” (Const. J.T: 1850, XIV)
❖ Corregir las faltas y defectos. (Circular. J.T. 1864)
❖ Reconocer esfuerzos y habilidades. Const. J.T. 1850, XIV)
❖ Educar a las personas en las máximas religiosas y deberes sociales y formando jóvenes cristianos e inspirados en las labores útiles, adquiriendo conocimientos
científicos y tecnológicos que les permita afrontar los retos de la vida con espíritu crítico y transformador, cultivando las dotes de liderazgo para convertir
en agentes de cambio. (Pedadogía Tousiana p. 30).

“La educación humaniza y personaliza al hombre cuando logra que éste desarrolle plenamente su pensamiento y su libertad, haciéndolo fructificar en hábitos de comprensión y de comunión con la totalidad del orden real por los cuales el mismo hombre humaniza su mundo, produce cultura, transforma la sociedad y construye la historia” (Puebla 1025).

Educamos desde una espiritualidad franciscana, clariana, mariana, por tal motivo tomamos en cuenta algunos elementos fuertes de esta espiritualidad:                                    ❖ TRASCENDENCIA. Es responsabilidad nuestra dar a conocer a nuestros educandos la vida eterna, la extensión del reino de Dios y que estamos llamados
a la escatología. Educamos desde de los valores del reino. Fe, esperanza, caridad, paz, convivencia, comunión entre los hombres, espíritu abierto, diálogo flexible, como también para la responsabilidad y libertad personal, es un proceso de progresiva liberación de los condicionamiento internos y externos; el respeto a libertad de los demás; espíritu crítico y creador, que lo capacite para afrontar las diversas situaciones.

Las Hermanas y educadores en nuestra labor educativa apostólica, debemos esforzarnos por llegar personalmente a cada estudiante, imitando a Cristo Buen Pastor que conoce a sus ovejas, para poder contagiarlas con nuestro trato cordial, sereno y continuado, la alegría de saberse amados por Dios por Dios y animarlos a liberarse y superar todo aquello que los pueda marginar en la vida (Cont. Art. 116) La Madre del Divino Pastor, es el aliento en nuestro cansancio para llevar las ovejas al redil de Buen Pastor, Jesucristo.

FRATERNIDAD UNIVERSAL. La totalidad del amor universal, nos lleva a desarrollar una triple fraternidad con los más cercanos: hermanas, hermanos, maestros, padres, alumnos, dedicados a una misma vocación- la educacióncon todos los hombres, hermanos en el mismo Padre Dios, con los que buscamos compartir el Bien, la Alegría y la Paz y con todas las criaturas, “hermanas salidas también del Omnipotente Creador” (Const., 76).

“La fraternidad nos abre al amor universal que implica la información. Por eso los medios de comunicación deben ser una apertura al mundo que nos rodea para conocerlo, amarlo, compartir sus alegrías y preocupaciones” (Const., 83).

El trabajo sólo puede dar fruto si se hace en unidad, creatividad y dinamismo. (Tipo de comunidad Educativa)
OPCIÓN POR LOS POBRES. La opción por los pobres, que está en el centro de la acción evangelizadora de Jesús y que el P. Tous asumió para su obra,
debe ser componente central y constitutivo de nuestra educación cristiana.

“Debemos mostrar especial agrado de vivir y trabajar entre los hombres menos provistos de bienes…, también nos comprometemos con los que poseen abundancia de bienes temporales, para impulsarles a compartirlos” (Const. 62).

“La ayuda al pobre no solo es material, es también anunció del Reino, que comunica el pleno sentido de la vida, de la esperanza y del amor.” (Juan Pablo II).

AMOR A LA NATURALEZA. La ecología hace comprender y vivir la relación de todo con todo y esto no es una simple novedad, es una forma de concebir y
organizar la vida en todos sus aspectos.

Como educadores de cara al tercer milenio nos corresponde asumir con valor una auténtica formación ecológica, ya que la supervivencia no sólo de nuestra especie,
sino del conjunto del planeta va a depender del cambio en nuestras mentalidades, efectos y formas de vida.

“La paz interior de las personas tiene mucho que ver con el cuidado de la ecología y con el bien común, porque, auténticamente vivida, se refleja en un estilo de vida equilibrada unido a una capacidad de admiración que lleve a la profundidad de la vida. La naturaleza está llena de palabras de amor.

Una ecología integral implica dedicar algo de tiempo para recuperar la serena armonía con la creación, para reflexionar acerca de nuestro estilo de vida y
nuestros ideales, para contemplar al Creador, que vive entre nosotros y en lo  que nos rodea, cuya presencia “no debe ser fabricada sino descubierta,
develada” (Laudato Si 225).

“Dios omnipotente, que estas presente en todo el universo y en las más pequeñas de tus criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nuestros corazones la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza.” (Laudato Si. 246).

Es fundamental que cada educador de nuestro colegio, con sus habilidades conduzca a los niños, niñas y jóvenes a trabajar en la dimensión ecológica: amor a la vida y a la naturaleza.

Se trata de crear en nuestros alumnos la conciencia de que se debe dar una nueva alianza entre el ser humano y la naturaleza, para que no esté amenazado nuestro
futuro como especie y desaparezca el peligro de extinción de la vida sobre la tierra; una alianza que genere sentido de solidaridad con las generaciones futuras y que
logre crear relaciones sociales dignas. Es decir, establecer vínculos de ternura, de cuidado, de inmensa fraternidad y solidaridad. (Pedagogía T. P.46)